lunes, 26 de julio de 2010


EL ÉXITO

Son muchos los factores que pueden influir,
pero el peor es pensar que uno está condenado al fracaso,
que jamás lograremos el éxito.
Entre las varias causas del fracaso, la primera podría ser
no tener bien fijado nuestro objetivo y no desearlo
con todas nuestras fuerzas.

No definir bien los medios que debemos poner en
acción, perder el tiempo en culpar a los demás cuando
no nos salen bien las cosas, en lugar de ver y corregir
nuestros fallos.
Elegir metas o caminos equivocados, darse por vencido
demasiado pronto, seguir la ley del menor esfuerzo o
esperar que la suerte nos saque del atolladero.
La verdadera suerte la crea uno.
Permitir que el pasado negativo nos condiciones, nos
inmovilice o nos paralice. Pensar que la felicidad y el
éxito son logros externos, pájaros a vuelo, crearse más
y más necesidades, caprichos que a veces ni dependen
de nosotros, sueños imposibles, y no caer en la cuenta
de que la verdadera felicidad la tenemos ya y el éxito
está en gozar lo que tenemos.

No es difícil tener éxito. Lo difícil es merecerlo

(A. Camús)

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